Artículo original
Insomnio y factores asociados entre los estudiantes de medicina que se recuperaron de la infección aguda por COVID-19. Insomnia and associated factors among medical students recovering from acute COVID-19 infection
Autor: Presley Gruezo-Realpe, Alejando Benavides-López, Romina Cedeño-Morejon, Alexander Noritz-Mero, Linker Viñan-Paucar, Israel Rosero-Basurto, Monica Jaramillo-Castro, Arianna Chango-Pinargote, Joyce Jiménez-ZambranoRev. Ecuat. Neurol. VOL 32 Nº2, 2023
Introducción: La pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 afectó considerablemente a la salud mental de gran parte de la población, destacando los trastornos del sueño posteriores a la infección por COVID-19, entre ellos el insomnio. Una de las poblaciones mayormente afectadas fueron los estudiantes universitarios pertenecientes al área de la salud, siendo dicho grupo el enfoque de nuestro estudio.
Objetivo: Evaluar la relación entre los factores asociados al insomnio en los estudiantes de Medicina dentro del periodo Long-Covid.
Métodos: Los datos se recogieron mediante una encuesta con preguntas sobre aspectos sociodemográficos, hábitos de salud, alteraciones del sueño como el insomnio y antecedentes de COVID-19. La gravedad del insomnio y la calidad subjetiva del sueño se midieron mediante el índice de gravedad del insomnio (ISI) y el índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI). Se evaluaron estadísticas descriptivas, correlaciones de Spearman y Kendall, ANOVA unidireccional y Odds ratio.
Resultados: Se incluyeron en el estudio 117 estudiantes, con una edad media de 21,8 ± 1,96 años y un 58,1% de mujeres. Se encontró que el 65% de los estudiantes de medicina presentaban algún grado de insomnio, mientras que el 78,6% informaron dificultad para dormir. El coeficiente de correlación de kendall y spearman entre el PSQI y el ISI fue de 0,49 y 0,55 p <0.001 respectivamente. Se encontraron correlaciones significativas entre la salud física autodeclarada, la salud emocional, entre otras.
Discusión: Se destaca la prevalencia de insomnio subclínico (39,3%) y dificultad moderada para dormir (47%). Además, se encontraron correlaciones significativas entre las escalas de insomnio y calidad de sueño, así como una correlación inversa con la salud emocional. Entre las limitaciones está el uso de variables ordinales y nominales, al igual que la cantidad de participantes en el estudio. Se recomienda replicar el estudio en una muestra más grande y utilizar un diseño longitudinal para evaluar la evolución del insomnio y la dificultad para dormir con el tiempo.
Introduction: The SARS-CoV-2 pandemic significantly affected the mental health of a large portion of the population, with sleep disorders, including insomnia, being notable after COVID-19 infection. One of the populations most affected were university students in the healthcare field, which was the focus of our study.
Objective: To evaluate the relationship between factors associated with insomnia in medical students during the Long-Covid period.
Methods: Data was collected through a survey that included questions about sociodemographic aspects, health habits, sleep disturbances such as insomnia, and COVID-19 history. The severity of insomnia and subjective sleep quality were measured using the Insomnia Severity Index (ISI) and the Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI). Descriptive statistics, Spearman and Kendall correlations, one-way ANOVA, and odds ratios were evaluated.
Results: A total of 117 students were included in the study, with a mean age of 21.8 ± 1.96 years and 58.1% being female. It was found that 65% of medical students experienced some degree of insomnia, while 78.6% reported difficulty sleeping. The Kendall and Spearman correlation coefficients between PSQI and ISI were 0.49 and 0.55, respectively (p < 0.001). Significant correlations were found between self-reported physical health, emotional health, among others.
Discussion: The prevalence of subclinical insomnia (39.3%) and moderate sleep difficulty (47%) is noteworthy. Significant correlations were found between insomnia scales, sleep quality, and an inverse correlation with emotional health. Limitations of the study include the use of ordinal and nominal variables, as well as the number of participants. It is recommended to replicate the study with a larger sample size and utilize a longitudinal design to assess the evolution of insomnia and sleep difficulty over time.