Publicación Oficial de la Sociedad Ecuatoriana de Neurología, de la Liga Ecuatoriana Contra la Epilepsia y de la Sociedad Iberoamericana de Enfermedad Cerebrovascular
 

Artículo original

Cirugía de Aneurismas Intracraneales

Autor: Angel J. Lacerda-Gallardo, Julio A. Díaz-Agramonte, Oilen Hernández-Guerra, Gilberto Miranda-Rodríguez

Rev. Ecuat. Neurol. VOL 10 Nº 1-2, 2001
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    Resumen

    La hemorragia subaracnoidea (HSA), constituye una de las enfermedades más devastadoras del SNC y una de las urgencias neurológicas más frecuentes, con una incidencia que fluctúa entre los 10 y 19/100,000 y una letalidad del 63% en el primer año y del 72% en los primeros cinco [1]. Según Pakarinen [2], en las primeras cuatro semanas posterires a la ruptura de un aneurisma intracraneal, fallecen el 51% de los casos; 70% a causa de la hemorragia inicial y el 30% restante por resangramiento, al tiempo que el 65% mueren o quedan severamente incapacitados [3]. Los primeros pasos en la cirugía para un aneurisma intracraneal datan de 1855, cuando Sir Victor Horsley, logró ligar con éxito ambas arterias carótidas, en un paciente con un aneurisma que causaba compresión del quiasma [4]. En la década de los 50, Hunter propuso la ligadura proximal de la arteria carótida, con el objetivo de disminuir el flujo sanguíneo en el saco aneurismático [5], pero el riesgo de isquemia con el uso de esta técnica, condujo a Selverstone; en 1951, a proponer el cierre progresivo de la arteria en el segmento cervical, lo que lograría activar el funcionamiento de colaterales carótida interna-externa, ofreciendo además, la posibilidad de apertura del presillamiento en casos de intolerancia a la reducción del flujo [6].

    Con el descubrimiento de la angiografía por Egas Moniz en 1927, comienza el período de los abordajes directos a loa sacos aneurismáticos, por los neurocirujanos de la época, así en 1933, Dott es el primero en empaquetar con músculo, un aneurisma de la bifurcación de la carótida interna y Dandy en 1938, consiguió presillar con éxito, por vez primera, el cuello de un aneurisma [7-9].

    La provincia de Ciego de Avila, en Cuba, tiene una extensión de 6910.36 Km2 , con una densidad de población de 58.4 habitantes/Km2 . En la misma existe solo un servicio de neurocirugía, localizado en nuestro hospital, donde se admiten y estudian todos los casos con diagnóstico de HSA, con el objetivo de identificar la etiología y recibir el tratamiento definitivo. El presente constituye un reporte de los resultados en la cirugía de aneurismas de la circulación anterior, luego de cinco años de iniciado el servicio de cirugía cerebrovascular.

    Palabras clave: Hemorragia Subaracnoidea,


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