Artículo original
Mi breve recorrido por las encefalitis autoinmunes. My brief journey through autoimmune encephalitis.
VOL 32 Nº3, 2023
El libro de Posner sobre síndromes paraneoplásicos había despertado mi interés por la relación entre cáncer y manifestaciones a distancia en el sistema nervioso central y periférico. Correspondía a una combinación de síntomas y signos secundarios al daño producido por una neoplasia, remota al sistema nervioso, como tumores pulmonares, dando manifestaciones de una encefalitis o de un síndrome miasténico (Eaton-Lambert). Eran entidades muy raras, presentes en menos de 1% de los pacientes con cáncer. La localización de los antígenos sobre los que actuaban estos anticuerpos (Hu, Yo, Ma, Ri, CV2) era dentro de la célula, sobre todo en el interior del núcleo de las neuronas. El antígeno, expresado en la célula nerviosa y en el tumor, era poco probable que tuviera carácter patogénico; era un epifenómeno y la respuesta inmune sería mediada por células T citotóxicas. Así, la respuesta a la inmunoterapia era muy pobre y el pronóstico del paciente, muy malo. Se identificaron pocos casos. Encontré a los oncólogos poco entusiasmados por este tema pues su interés era la reducción del tamaño del tumor o las nuevas opciones de quimio y radio terapias. Pensamos en interesar a los internistas, advirtiendo que los síntomas podían preceder en algún tiempo a la aparición del cáncer, generalmente en tamaño pequeño y desarrollo inicial, donde podíamos actuar precozmente. Todavía no veo resultados.